La oportunidad, según el diccionario de la real academia española, es: “el momento oportuno para algo”. Para muchos de nosotros, son aquellas circunstancias que nos dan la posibilidad de mostrar de lo que estamos hechos. Vivimos persiguiendo esos momentos y a veces nos desanimamos porque no llegamos a encontrarlos. Cuántas veces hemos escuchado a otros (incluso a nosotros mismos), quejarse porque no han tenido las oportunidades que consideraban eran las mejores. Hay muchas verdades en relación con las oportunidades; seguramente, al igual que yo, has vivido algunas.
Primero, creo que muchas veces no se materializan, porque no estamos listos para cuando estas llegan. Estar listo, cuando una oportunidad se presenta, también es clave. Hace poco ofrecí un recital íntegro de arias de oratorio de Bach y Händel (“Todo está consumado”). Me estaba preparando para este proyecto desde finales del año 2017, era un repertorio completamente nuevo para mí. No tenía una fecha, no tenía un lugar, pero tenía la determinación de presentarlo a inicios del año 2018. Toqué algunas puertas que no se abrieron, pero muy pronto se abriría una que no había valorado: el Teatro Nacional de Costa Rica me llamó, invitándome a participar con un recital. Cuando empecé a trabajar en este repertorio, no sabía que iba a llegar a presentarlo en el hermoso Foyer del Teatro Nacional de mi país. Esta oportunidad se presentó, pero ¿qué hubiera sucedido si me contactaban y no tenía algo listo e interesante para ofrecer?
Leí alguna vez que el éxito llega cuando la oportunidad y la preparación se encuentran. Queremos hacer esto o aquello, cantar aquí o allá, pero no somos, en ocasiones, conscientes y humildes para reconocer, si estamos o no listos para afrontar las oportunidades cuando estas se presentan.
A veces, en cambio, pasa que, podemos anhelar algo en especial, pero nos sentamos con pies y brazos cruzados esperando que nos llamen y hagan una propuesta porque “somos lo máximo” o porque nos “lo merecemos”: ¡no! Muchas de las oportunidades que he vivido han llegado porque he salido a buscarlas. He tocado puertas y cuando estas se han abierto, he cruzado segura de que esa era la oportunidad para mí, entonces, la he vivido con entrega absoluta de mi ser.
Creo que debo “prepararme” pero también “ir” por lo que mi corazón desea. Cuando comencé a construir esta página web, tenía la intención de proyectarme en el extranjero. Empecé a usar mi página el 02 de abril de este año y ahora, un mes después, se confirma mi debut internacional en la ciudad de Buenos Aires, Argentina (no contando Perú que es también como mi hogar). Esta puerta también la toqué, sin saber cuál podría ser el resultado, y resultó que: ¡me invitaron a participar del Primer Congreso Latinoamericano de Arte Lírico!
A veces también las oportunidades que llegan no son necesariamente las que buscaste, a veces llegan sin tan siquiera haberlas imaginado, pero son las que estaban guardadas y diseñadas para ser vividas única y exclusivamente por ti.